sábado, 16 de febrero de 2019

SOLO VOTAR NO ES PARTICIPAR ... La Puntilla - 17 de febrer 2019


Solo votar no es participar...

Parece ser que este 2019 va a ser un año que pasará a la historia como el año de las múltiples elecciones...
– Señal, dirá alguno, de que la democracia funciona...y que nos dejan decir lo que pensamos...
Pues no. 

Quien afirme que con la democracia representativa ya está todo hecho, no profundiza en la esencia misma de la democracia... 

Y es que ante la realidad de una votación surgen dos preguntas que son imprescindibles:

– ¿Son verdaderamente conscientes los electores de su elección? ¿Poseen la necesaria y adecuada formación y criterio con el que elegir a sus representantes?

– ¿Piensan que con la participación en las urnas ya colaboran suficientemente a la implantación de la democracia en la sociedad?

Es obvio que si la democracia representativa no va acompañada de la democracia participativa, el sistema queda muy mermado.

La democracia representativa exige que todos los ciudadanos y ciudadanas, cada uno desde su àmbito y sus posibilidades, participe en los elementos que configuran auténticamente una democracia, com son, por ejemplo:

– el respeto a las personas y a sus ideas
– el compromiso ético como norma fundamental de conducta diaria
– la aceptación respetuosa de la pluralidad
– la participación en los colectivos de acción social

Estos días se está hablando mucho en los medios de comunicación del centenario de la famosa huelga de La Canadiense, el año 1929 en Barcelona, que dió lugar a la implantación por primera vez en el mundo laboral de la jornada de ocho horas...Este gran triunfo fue fruto de una huelga de 44 días por parte de miles de trabajadores que creyeron en el poder de la participación... Ellos no se limitaban a votar gobiernos liberales o conservadores...


sábado, 9 de febrero de 2019

La Puntilla - 10 de febrero 2019 - CONTEXTUALIZAR



Contextualizar

Contextualizar no es justificar los hechos, sino intentar encontrar una explicación objetiva de por qué suceden.

Asistimos estos días, por ejemplo, a la aparición de diversos casos de abuso sexual a menores por parte de miembros de la iglesia católica. Y es lógico que sean muchos los que se pregunten cómo fueron posibles estos hechos, por qué se ocultaron, y por qué salen ahora a la luz pública, a veces con un cierto tono de denuncia exclusiva, como si fuera solamente el colectivo cristiano  donde se produjeron acciones tan lamentables.

La respuesta a estos interrogantes no puede separarse del contexto donde surgen los hechos, a la vez que es  preciso aportar propuestas para que no vuelvan a suceder.

Está claro que estos abusos se produjeron, especialmente, en una sociedad represiva y de poder, donde el miedo era la pauta de conducta de la mayoría de la población, donde la sexualidad era un oscuro objeto de deseo, y donde, en general, se ocultaba cualquier realidad cuya denuncia pudiera comportar consecuencias negativas.

Y si ahora se airean y salen a la luz es porque estamos en una sociedad mucho más abierta y plural donde son muchos los que desean liberarse de heridas no debidamente curadas ni atendidas, y no sólo en el ámbito de la sexualidad, sino también en otras parcelas de la vida..

Pues bien, una vez contextualizadas las cosas, lo que es preciso, más allá de actitudes vengativas, que a nada conducen, es buscar propuestas que pongan fin a los abusos y a los miedos de denunciarlos, vengan de donde vengan.

Entre estas propuestas, cuatro me parecen muy necesarias:

– denuncia implacable de cualquier abuso o agresión de carácter sexual; .
– aplicación a los que delinquen de los castigos penales que contemple la justicia, sin exclusión de nadie ni por su cargo, ni por su condiciòn social; 
– una educaciòn sexual mucho más adecuada en las escuelas y Institutos, para saber situarse e integrarse en una sociedad donde el sexualidad ocupa, muchas veces, un rol que no le corresponde;
– y en el caso concreto de curas y religiosos, cuidar mucho más la aceptación de opciones celibatarias,y/ o, en su caso, proponer otras opciones más libres y personales... 






sábado, 2 de febrero de 2019

EL MOMENTO ACTUAL... 3-2-2019


El momento actual...

El lenguaje suele traicionarnos. Frecuentemente expresa más lo que deseamos que sea la realidad, que la realidad misma.  Y esto puede comprobarse, por ejemplo, en la expresión con que he titulado este comentario.

Decimos y escribimos en el momento actual... cuando la realidad a la que referimos no es, habitualmente, cuestión de un momento, sino fruto de un antes, un presente, y una incógnita de futuro. 

Momento, dice el diccionario de la Lengua, es una porción de tiempo muy breve...  Y a nosotros, que aspiramos a aprehender lo complejo en lo simple, nos encanta simplificar los problemas como si fueran cosa de un buen o mal momento...

En resumidas cuentas, y como estamos ya completamente invadidos por el inglés, la expresiòn no es más que la traducción del latiguillo at this time, que tanto agrada a los británicos...

Se dice, por ejemplo, el momento actual es muy complejo, como si la complejidad no fuera siempre perenne; o el momento actual está lleno de alegría, como si la alegría tuviera necesariamente tiempos concretos...

Hay, pues, un deliberado intento de vestir con el impacto de la actualidad realidades que son tan antiguas, continuadas y veteranas como la vida misma...

Reivindico, por lo tanto, la fugacidad de los momentos inestables, y abogo por afianzarnos y trabajar por la solidez de las convicciones profundamente arraigadas, Estas no sólo tienen momentos, sino que son perdurables.




sábado, 26 de enero de 2019


HIPOCRESÍAS EMOCIONALES

La hipocresía, según el diccionario de la Lengua, es el fingimiento de cualidades o sentimientos contrarios a los que verdaderamente se tienen o experimentan...

Y sirva esta clarificadora definición para denunciar, una vez más, que vivimos en una sociedad muy hipócrita, frecuentemente fomentada por nosotros mismos con nuestras conductas...

Nos hemos pasado, por ejemplo, casi dos semanas pendientes de la recuperación de un niño víctima de un lamentable accidente; y alrededor de este hecho se han aireado i exhibido, en muchas ocasiones, sentimientos no sentidos, apasionadas y vacías exaltaciones de solidaridad y encumbramiento de personas y personajes carentes de excesivos méritos propios... 

Hemos vivido, pues, un auténtico boom de hipocresía emocional, debidamente orquestada por algunos medios de comunicación, quizás mucho más interesados en tapar otros problemas más reales y lamentables...

Escribo, por tanto, todo esto desde la indignación que me ha provocado la manipulación con la que pretenden engañarnos constantemente quienes dicen lamentar profundamente hechos como el desgraciado accidente del niño de Totalán, y, sin embargo, se mantienen insensibles ante la muerte diaria, a causa del hambre, de 8.500 niños cada día...Sí, léase bien: 8.500 cada día...  

Niños que no mueren de accidente, pero sí de la mayor catástrofe de la humanidad como es el hecho de asistir impasible al hecho de que más del 71 por ciento de la población mundial tenga que vivir con 8 euros, o menos al día...Y eso con la degradación añadida que siempre tienen las estadísticas...

Por lo tanto, a los padres de Julen, un gran abrazo de solidaridad en su dolor, pero a los voceadores de hipocresía,  denuncia y reprobación, y que dejen de airear cualidades que no tienen o sentimientos que no experimentan...

Por sus frutos los conoceréis...



sábado, 19 de enero de 2019


FALSAS SEGURIDADES

Se observa cada vez más en nuestro entorno una gran dificultad para controlar todas las situaciones que se presentan.

Una de las máximas ansias y aspiraciones del ser humano es, sin duda, poder dominar la realidad con la que se enfrenta, pero esto no siempre es así, y entonces surgen los enojos y los desánimos. 

Nos hallamos ante una sociedad hambrienta de seguridades, con el consiguiente peligro de caer en manos de quienes pretenden manipularnos con soluciones mágicas...

Alguien ha escrito que a los sabios se les reconoce por sus preguntas, y a los inteligentes por sus respuestas, pero hoy, sin embargo, en medio de nuestros miedos e impotencias, tenemos el peligro de idolatrar vendedores de humo...

Se diría, pues, que el ser humano ha perdido gran capacidad de su identidad como animal racional para convertirse en el más irracional de los seres...

Cuando nos vemos incapaces de dominar nuestra propia mente, nuestras emociones y nuestro interior, dimitimos de nuestra personalidad y nos convertimos en víctimas propicias para cualquiera que pretenda vendernos falsas seguridades.

Valga esta reflexión para explicarnos algunas de las cosas inexplicables que están sucediendo hoy en el mundo de la política y de la convivencia humana. 

Esperemos, una vez más, que el tiempo conteste muchas de nuestras preguntas, o, por lo menos, haga que ya no lleguen a importarnos las respuestas...

Para ser feliz hay que mantener siempre el sosiego de la paz. Y la paz es compatible con las  incertidumbres.

sábado, 12 de enero de 2019

La Puntilla - 13 de enero de 2019 - POSDEMOCRACIA

POSDEMOCRACIA

 Cuando de joven aprendí el adverbio latino post (después) nunca pensé que sería tan utilizado como prefijo (en su forma pos, como manda la Academia) en palabras de diferentes idiomas.. Y es cierto, por ejemplo, que conocemos palabras como posparto, posgrado, o posguerra), pero hoy quiero referirme al último grito en la utilización del pos: la palabra «posdemocracia».

Porque si hubo en su día la postmodernidad, después de la modernidad; o la posverdad, después de la inalterable verdad, ahora la palabra que está en el candelero es la palabra posdemocracia, es decir lo que está viniendo detrás de la cacareada democracia...

El término se debe al politólogo inglés Colin Crouch y es un intento de explicar cómo está evolucionando en muchos países, en este siglo XXI, el concepto de democracia.

Los rasgos que señalan esta evolución negativa de la democracia son diversos, y algunos de ellos son muy claros, por ejemplo, en nuestra actual democracia.

Así:
– Se siguen manteniendo instituciones teóricamente democráticas, pero con más cáscara que contenido real...

– El factor que domina por encima de todos los demás es el factor económico

– Se tiende claramente a la privatización de los servicios públicos

– Los trabajadores han abandonado generalmente sus reivindicaciones de clase y sus organizaciones sindicales autónomas, para ampararse en partidos políticos que no los representan verdaderamente

– Las elecciones no suelen dar como fruto elegir personas honestas que se dediquen de verdad a la gestión honrada de la vida pública. Del político parece interesar más su vida privada que su gestión pública

– La globalización de los intereses capitalistas neoliberales provoca que las naciones se vean muy mediatizadas por un mercado común de intereses...

– cobran más auge que nunca partidos xenófobos y partidos populistas que capitalizan el descontento de mucha gente frente a estas situaciones.  

La lista podría alargarse, pero es un buen sumario de por qué podemos afirmar que la democracia se halla hoy en una importante crisis, es decir, en una posdemocracia...

¿Soluciones?

Por lo menos, más compromiso cívico y crítico por parte de todos para no dejar perder los verdaderos valores de una democracia participativa y no solamente representativa...



sábado, 5 de enero de 2019

La Puntilla, 6 de enero de 2019 - El mes de mayo te lo diré...


El mes de mayo te lo diré...

2019, el año recién estrenado, va a ser un año de elecciones. Concretamente, el 26 de mayo, está previsto que coindican las elecciones autonòmicas, municipales y europeas...

La democracia representativa llama de nuevo a los electores a elegir a las personas que les representen en los puestos decisivos de poder.

Por eso, pienso que, además de los buenos propósitos con que nos solemos engañar cuando empieza un nuevo año (iré al gimnasio, me adelgazaré, o dejaré de fumar...) convendría que esta vez nos tomáramos más en serio el ritual de echar una papeleta en una urna...

Se dice, y no sin razón, que nuestra democracia está enferma, y el diagnóstico no es muy difícil de adivinar: siendo la democracia el menos malo de los sistemas de gobierno, lo cierto es que no puede funcionar sin los valores éticos de las personas y la responsabilidad de los electores en el momento de depositar su voto.

Que la ética de las personas sufre hoy un notable deterioro, y que la cultura política de muchos ciudadanos es más emocional que razonable, son factores que están ahí y que es necesario trabajar mucho más.

Desgraciadamente, el año recién estrenado ha visto ya de nuevo la muerte de una mujer a manos de un hombre. 26 años ella, y 29 él. Y en los últimos quince años hasta hoy ha habido un total de 975 mujeres asesinadas... Entretanto, partidos que quieren rebajar o abolir leyes contra la violencia de género siguen subiendo en las encuestas...

La degradación moral de la vida política es alarmante y las posibilidades de arreglo están, en parte, en nuestras manos, aunque sea aportando un granito de arena, es decir formando parte de una democracia participativa en grupos y asociaciones donde las personas no se limiten a votar cada cuatro años, sino a participar en la mejora de la vida pública. 

Y que el mes de mayo nos traiga buenas noticias...